22 de mayo de 2008

LA GUERRA DE IRAK LLEVA AL SUICIDIO



He querido publicar este artículo que me llegó hoy. porque dos de mis
hijos han sido parte de esta guerra injusta, basada en la mentira.
Uno de ellos quedó desabilitado por el resto su vida y el otro todavia
permanece en IraK.

LA GUERRA DE IRAK LLEVA AL SUICIDIO
l
Por Saul Landau, Fecha : 22 de Mayo, 2008

Le di un dólar a un joven pobremente vestido que sujetaba un cartel
que decía "Ayúdenme" en la Calle Market de San Francisco. La
mayoría de los compradores aquel sábado, muchos de ellos turistas
que se aprovechaban del dólar devaluado, lo ignoraron a él y a
decenas de gente sin hogar que esperaban obtener algunas
monedas. Dave me dio las gracias.

Le pregunté por qué no trabajaba.

"Me duele la espalda", explicó. El dolor comenzó "cerca de Bagdad".
Señaló a la base de su columna vertebral. "Estalló una granada de
mortero. Tengo un par de esquirlas de metal enterradas por ahí".
Uno de mis compañeros fue herido en un ojo. Él está peor que yo".
Dave dijo que estaba a punto de cumplir 26 años y llevaba casi dos
años viviendo en la calle.

¿Heroína?, dije al azar.

Él sonrió.

"A algunos les ha ido peor. Brazos, piernas, cerebro".

Le pregunté dónde dormía.

"En parques, bajo puentes, a veces en refugios para los sin hogar si
no tengo algo que me puedan robar". Se echó a reír.

Le di la mano y le deseé suerte. "Oiga", me dijo, "todavía no me he
suicidado como hicieron algunos de mis camaradas".

Dave se refería al promedio de 18 veteranos que se suicidan cada día
en Estados Unidos. "Solo en California, 666 veteranos se suicidaron
en 2006", reportó John Koopman (San Francisco Chronicle,
12 de mayo de 2008.)

Dave puede haberse estado refiriendo a Tim Chapman, también de
San Francisco. Al igual que Dave, no se pudo readaptar a la vida civil
después de su experiencia con la guerra en el Medio Oriente. Tim se
convirtió en drogadicto. Se hizo miembro de una pandilla. Su esposa
lo dejó y él comenzó a pensar en quitarse la vida, le dijo a Koopman.

Por todo el país las comunidades tienen que lidiar con decenas de
miles de soldados norteamericanos que regresan de Afganistán e
Irak con cuerpos y mentes heridos. Mientras continúen las guerras
de Bush --ninguno de los candidatos ha prometido retirar a todas las
tropas-- el país se enfrentará a una creciente colección de veteranos,
muchos de los cuales no pueden funcionar en familia o en entornos
laborales. Sufren de heridas de guerra --físicas y mentales-- que
exigen tratamientos costosos.

Aunque el número total de veteranos ha comenzado a disminuir a
medida que van muriendo los participantes de la 2da. Guerra Mundial
y de la de Corea, "dentro de 25 años el gobierno espera estar gastando
$59 mil millones de dólares al año para compensar a los guerreros
heridos, en comparación con $29 mil millones en la actualidad". Y la
reportera Jennifer C. Kerr cita al Departamento de Asuntos de
Veteranos, el cual admite que la factura podría ser mucho mayor".
(Associated Press, 11 de mayo 2008.)

Los que no muestran heridas o no acuden a tratarse o no responden
al tratamiento se han convertido en los casos más riesgosos. En 2005
Noticias CBS comenzó a investigar los suicidios entre militares
norteamericanos. "Cada semana 120 personas que habían cumplido
servicio militar cometieron suicidio. Ese es el doble del promedio de
los no veteranos", fue la conclusión de un reportaje de
Armen Keteyian de CBS (13 de noviembre de 2007.)

CBS le pidió al Dr. Steve Rathbun, jefe en funciones del Departamento
de Epidemiología y Bioestadística de la Universidad de Georgia un
detallado análisis de la estadística de suicidios obtenido de las
autoridades gubernamentales en 2004 y 2005. A partir de las cifras,
Rathbun descubrió que los veteranos "tenían el doble de probabilidad
de suicidarse que los no veteranos". Los veteranos de Irak y Afganistán,
entre 20 y 24 años, tenían la más alta tasa de suicidios entre todos los
veteranos --entre 22,9 y 31,9 por cada 100 000. La población general
tiene una tasa de 8,9 por 100 000.

A principios de abril, un grupo de abogados en representación de los
derechos de los veteranos presentaron una demanda judicial en un
tribunal federal de San Francisco. La demanda aseguraba que la VA
había ocultado deliberadamente el riesgo de suicidio entre los veteranos.
El abogado Gordon Erspamer fue generoso cuando dijo:
"Desafortunadamente la VA se encuentra en estado de negación.
Erspamer se refería a los correos electrónicos escritos por el
Dr. Ira Katz, director de Salud Mental de la VA. Katz había insistido que
el riesgo de suicidio para los veteranos que regresaban de Irak y
Afganistán estaba en una tasa normal. "No hay una epidemia de
suicidios en la VA", DIJO Katz a Ketetian de la CBS en noviembre pasado.
Pero en un correo electrónico de 2007 Katz escribió: "Nuestros
coordinadores de prevención del suicidio están identificando unos
1 000 intentos de suicidio al mes (12 000 al año) entre los veteranos que
atendemos en nuestras instalaciones médicas", Eso contradice la cifra
que la VA entregó a Noticias CBS (790 intentos de suicidio en 2007).

El correo electrónico "No para la Solicitud de Entrevista de Noticias CBS" comenzaba con "¡Chist!" Katz terminó su correo con: "¿Es esto algo que
debemos tratar (cuidadosamente)… antes de que alguien lo descubra?"

El Representante Bob Filner (demócrata por California), presidente del
Comité de la Cámara para Asuntos de los Veteranos calificó esto de
"crimen contra nuestra nación, contra los veteranos de nuestra nación.
" (Noticias CBS.)

Posteriormente Katz lamentó este comentario. "Fue un error y pido
disculpas (al Comité de la Cámara) por ello". (Noticias Interactivas de
CBS, 23 de abril de 2008.) Katz confesó que conocía que unos 12 000
veteranos al año habían intentado suicidarse mientras se encontraban
bajo tratamiento por parte de la VA. Esa cifra no incluye a los que no
están bajo tratamiento. Katz se preguntó: "¿Es eso algo que debiéramos
tratar (cuidadosamente) nosotros en algún tipo de comunicado antes
de que alguien lo descubra?"

Funcionarios de la administración Bush están hartos de las bromas
pesadas. ¿Recuerdan a Michael Brown de la FEMA después del
huracán Katrina? Los burócratas derechistas reservaron sus chistes
más crueles para los enviados al Medio Oriente y los que regresaban
de allá, casi 1,7 millones de hombres y mujeres. Los veteranos que
padecían de heridas o traumas a menudo observan sus condiciones
que empeoran, lo que provoca mayores discapacidades. Los nuevos
veteranos saben más que los de guerras anteriores acerca de la
obtención de sus legítimos beneficios y, por tanto, de los costos
crecientes.

Debido que los cuidados médicos en el campo de batalle y de
emergencia han mejorado considerablemente desde la 2da.
Guerra Mundial y Corea, e incluso desde Viet Nam, las heridas que
anteriormente hubieran provocado la muerte ahora son tratables.
El número de veteranos que reciben pensiones después de su
servicio en Afganistán e Irak ha crecido casi hasta la cifra de 200 000.

Sin embargo, cuando la solicitud "especial" de rutina de Bush para
continuar la guerra aparece ante el Congreso, la mayor parte de los
congresistas --y con toda seguridad, no el Presidente-- no se enfoca
en los veteranos discapacitados. Desde 2001, cuando Bush inició sus
dos guerras, el número de veteranos parcialmente destruidos ha
aumentado en 25 por ciento. Una cifra de 2,9 millones de ex soldados
como Dave --o casos mucho peores-- pueblan ahora el país. Se unen
a veteranos de más edad provenientes de otras guerras como parte
de esos que pueden incluirse en la descripción de Franz Fanon: los
condenados de la tierra.

Rick bebía, un hábito que adquirió en Viet Nam, donde sirvió dos
períodos de servicio realizando misiones de "búsqueda y rescate".
En el plazo de una década después de su regreso a Estados Unidos
se convenció de que veía sombras malévolas. Esas elusivas entidades
fabricaban parásitos y se los enviaban para que se le metieran bajo la
piel y ahora lo han seguido hasta la gasolinera cerca de su vivienda
en la calle Oakland.

Lleva dos décadas luchando contra ese temor --con la ayuda del licor
y otras sustancias, por supuesto. "La guerra fue la época más
emocionante de mi vida", dijo mientras se rascaba las manchas por
donde las imaginarias entidades han entrado a su piel. "Uno se
pregunta por qué iban a hacerlo otra vez".

Decenas de millones de norteamericanos preguntan a Bush y a sus
asesores supuestamente conservadores si nuevamente van a enviar
a jóvenes hombres y mujeres a luchar en una guerra que no tuvo una
justificación y amenaza con continuar eternamente. Millones preguntan:
¿Por qué no puede retirarse Estados Unidos? ¿Por qué el Congreso
no le corta los fondos? Ante las respuestas sacuden la cabeza.

La guerra civil puede desatarse. No podemos abandonar a esos pobres
iraquíes. Al Qaeda pudiera proclamar la victoria. Nuestra reputación,
nuestro prestigio, nuestra conciencia nacional, bla, bla, bla…

Steve Smithson, uno de los subdirectores de la Legión Norteamericana,
dijo a la reportera Jennifer Kerr de AP que el suicidio "es un costo
de la guerra".

Casi 24 millones de veteranos --discapacitados o no--ven su número
disminuir a medida que mueren los sobrevivientes de la 2da.
Guerra Mundial y de la de Corea. La VA considera que para 2033 solo
quedarán 15 millones, pero costará más atenderlos. La compensación
para los veteranos discapacitados, pronostican los economistas de la
agencia, aumentará de $29 mil millones en la actualidad a
$33 mil millones --al menos. La discapacidad aumenta, las heridas se
hacen más agudas.

Un estudio de la Corporación RAND consideró que unos
300 000 ex soldados han padecido de Trastorno de Estrés
Post-traumático. Más de 320 00 probablemente hayan sufrido heridas
traumáticas del cerebro en combate. La naturaleza de las guerras de
Bush significa que "en Irak y Afganistán todos los miembros de las
fuerzas armadas, no solo los de infantería de combate, están
expuestos a las bombas en los caminos y a las muertes de civiles.
Esa distinción somete al estrés de la guerra a una gama mucho más
amplia del personal militar".
(Julian Barnes, LA Times, 18 de abril de 2008.)

¡BASTA YA!

Ray Bueno
Miami, Fla. USA

Autor : Saul Landau ( Progreso semanal )