16 de julio de 2008

Primera Parte: EMBARAZOS EN ADOLESCENTES COMO PROBLEMA SOCIAL



Primera Parte:

EMBARAZOS EN ADOLESCENTES COMO PROBLEMA SOCIAL
Por : Nery Estévez – Psicóloga Clínica, -- Rep. Dom.

Los embarazos de adolescentes, particularmente las de menos edad,
se consideran de alto riesgo, ya que sus cuerpos no han terminado de crecer y aún no han madurado por completo. No obstante, el
embarazo en adolescentes ya no es solamente un problema de salud,
sino que debido a las consecuencias multidisciplinarias envueltas en
la situación y su incidencia en el futuro de la madre y el hijo, el
embarazo en adolescentes se ha constituido en un problema de salud pública y social. Este evento está llamando la atención de los responsables de elaborar e impulsar políticas públicas, coherentes
con el entorno y dirigidas a la solución de este problema, en el corto, mediano y largo plazo, como se evidencia en la tesis presentada por Mendoza Castañeda (2006), los cuales expresan lo siguiente al
respecto:

“Los adolescentes, en la etapa transitoria del ciclo evolutivo de su
vida, son vulnerables a desarrollar conductas negativas que los
conduce a sumirse en el consumo de alcohol, de drogas, reunirse en grupo de pandillas y a la iniciación sexual temprana. Por lo mismo,
las adolescentes enfrentan el reto de ser madres gestantes sin estar preparadas para afrontar esa responsabilidad, debido a su inmadurez, tanto biológica como psicológica. Esta situación, genera muchas veces inestabilidad emocional, llevándolas a tomar decisiones sin medir el riesgo que afecta su futuro y el de sus hijos”.

El embarazo en adolescentes se da con frecuencia en los estratos socio-económicos más pobres, pero no es exclusivo de este sector, extendiéndose su frecuencia a todos los estratos de la sociedad.
Según estudios realizados por Rojas e Hidalgo (1990), la frecuencia
y consecuencia de los embarazos en adolescentes, varían de país en
país, pero siempre se repite la constante de las consecuencias en la
vida de la adolescente, comenzando por el abandono de sus estudios
y terminando por su inserción en la pobreza, pobreza extrema y dependencia, en muchos casos, de la beneficencia pública.

La problemática del embarazo en adolescentes urge de intervenciones efectivas, pues conlleva a una cadena de complicaciones en el orden físico, psíquico y social que afecta a las adolescentes, a sus hijos, a las familias y a la sociedad en general. La cifras actuales, según Aparco y Guevara (2005), muestran que la población de adolescentes
representa el 20% de la población mundial y que el 85% de la misma,
vive en países en vías de desarrollo, como lo es
La República Dominicana.

El número de las adolescentes que se embarazan cada año es difícil
de determinar, ya que, sólo se reflejan las que van a los centros de
salud. No obstante eso, datos de la Organización “Haciendo Redes en América del Norte” (2003), dicen que de los trece millones de partos registrados anualmente en América Latina y El Caribe, dos millones corresponden a adolescentes, es decir, el 15% del total. Tales cifran
no dan cuenta de la magnitud real de esta situación, puesto que, consideran sólo los partos de las jóvenes entre 15 y 19 años, obviando
las más jóvenes de esa edad. Los organismos de las Naciones Unidas
para la Protección para la Infancia (UNICEF), dicen que el
porcentaje es aun mayor, situándolo entre un 15 y 26 %.

Esta experiencia difícil y, muchas veces traumática, es mucho más frecuente de lo que todos quisiéramos aceptar y, afecta la salud
integral tanto de la madre, como del hijo, los familiares y la sociedad
en general, ya que por sus secuelas posteriores, se han convertido
en un problema social y de salud, en vista de que no sólo se
manifiesta en trastornos orgánicos, sino que implica factores socio-culturales, psicológicos y económicos, que afectan tanto a los padres adolescentes como a sus hijos. Las adolescentes embarazadas corren mayor riesgo de padecer ciertos problemas médicos (como alta presión arterial o anemia que las mujeres embarazadas mayores). También tienen mayores probabilidades de un parto prematuro.
Estos riesgos son aún mayores para adolescentes menores de 15 años
de edad o las que no obtienen atención prenatal. Las adolescentes también tienen mayores probabilidades de tener enfermedades de transmisión sexual. Es posible que tengas una enfermedad
de transmisión sexual y no lo sepan.

Nunca como hasta ahora ha sido mayor la preocupación que genera
el embarazo en adolescentes y, esto no es exclusivo de La República Dominicana, un país del tercer mundo. Los Estados Unidos de Norteamérica, un país desarrollado, por ejemplo, donde según los
datos de la Oficina de Justicia Juvenil y Prevención de la
Delincuencia (2007), afirma que más de 175,000 de las adolescentes norteamericanas que dan a luz cada año, terminan en extrema
pobreza y en asistencia social y, que sus hijos tienen 2.7% más de probabilidades de terminar en prisión que los hijos de mujeres de
más de 20 años.

El incremento de los embarazos en adolescentes está siendo seguido
muy de cerca por los estudiosos de las ciencias médicas y de los de la conducta. De igual manera, los organismos internacionales
responsables de la prevención y atención a este segmento de la población, están dedicando gran parte de sus recursos destinados al gasto social a esta situación, dado las consecuencias que los
embarazos en adolescentes generan. Esta atención y caudal de
recursos, hace que cada año se dupliquen los estudios y consecuentemente, la bibliografía sobre el tema.

Cada día se incrementa el porcentaje de la población adolescente en
el mundo. Según estadísticas del Almanaque Mundial (2001), en la actualidad la población adolescente representa el 20% de la
población mundial. Bonal, Bonal, Made, Martinez, Silva y Zuñigas (2003), citan que “la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de Naciones Unidas (ONU), afirman que “hay más de 1,000 (mil) millones de adolescentes en el mundo y de estos, aproximadamente el 83% (ochenta y tres) corresponde a países
en desarrollo”. En el informe de la United Nations Populations Fund. UNFPA (2005), se informa que “la actual generación de jóvenes es la mayor registrada en la historia de la humanidad, ya que casi la mita
de la población mundial (más de 3,000 millones de personas) tienen menos de 25 años.

Viendo por separado las realidades de la incidencia de la población adolescente en los países que nos ocupan de manera especial en este trabajo, la sociedad en general enfrenta grandes retos en el camino
de lograr la disminución de los embarazos en adolescentes, ya que
cada día son más las jóvenes que son madres antes de los 19 años
de edad. “Haciendo Redes en América el Norte” (2003), revela que
“el 15% de los embarazos de El Caribe pertenecen a adolescentes”.
Estos datos son reiterados por UNICEF, la cual asegura que el
porcentaje real es entre 15 y 26%.

-C o n t i n u a r á-

(Nery es Psicológa Clínica con especialidad en Orientación y
Consejería. Presidenta de la Asociación Dominicana de Desarrollo Humano, Ex – Consultora de Comunicación Estratégica/ Salud del Banco Mundial.

Ray Bueno
Miami, Fla. USA

"-Cuando tus noches sean muy frias, acuérdate
que al día siguiente tendrás un sol de gratis"
R. Bueno