3 de noviembre de 2008

VIEJOS TIEMPO....


Obama Biden 08
Le pido creer.


VOTE POR EL CAMBIO


Raul L. Martinez won the Democratic candidate for the 21st Congressional District of Florida

RAUL MARTINEZ ( D )
VOTE/ CONGRESO



JOE GARCIA ( D )
VOTE/CONGRESO



VIEJOS TIEMPOS...

Todos hemos perdido a alguien vital en nuestras vidas, algún
amigo, familiar, la persona que más amábamos o ¿por qué no?
una mascota, alguna de esas pérdidas fueron por peleas
absurdas, porque ya no están en este mundo o porque así
tenía que ser, en fin… Por muchas cosas, pero no dejan de
ser pérdidas ¡Pérdidas irreparables!

Y digo irreparables porque de una u otra forma esa persona
llega cambiando el camino de nuestras vidas, pero ahora
escribo esto porque yo perdí a alguien, una amiga que me
cambió la vida, una persona que nunca se imaginó que solo
con decirme ¡hola! empezaría una gran amistad, al principio
era como todo, una compañera más de la escuela, pero con
el tiempo eso cambió, y éramos amigas (las mejores), fue
una época muy divertida y la mejor (hasta el momento)

¿Por qué?... Porque ahora sé que eso fue real, porque fueron
los momentos más sinceros que nunca habíamos pasado con
alguien, todos esos momento juntas, esas risas que hacían
que nos doliera el estómago de tanta felicidad, las charlas
interminables de nuestras vidas, aquellos secretos que
juramos nunca revelar, las peleas en las que nos metíamos
defendiéndonos una a la otra, los regaños que nos daban por
las travesuras que planeábamos…

Todas las llamadas que aparecían en el recibo telefónico y por
las cuales nos culpaban que llegaba caro, los festejos de algún
día importante, las cartas o recaditos entre clase y clase, las
reuniones en nuestras casas para según hacer alguna
investigación… “Como todo” también están los momentos
tristes, las veces que necesitamos platicar con alguien o
simplemente un abrazo para sentirnos bien, cuando
necesitábamos un par de oídos para desahogarnos de aquello
que nos acechaba…

El hombro de alguien para llorar con toda la confianza de
saber que nos dará su apoyo, las veces que solo con
mirarnos a los ojos, sabíamos lo que queríamos decir.

Ray Bueno
Miami, Fla. USA

"La hora más sobria nunca dura más de sesenta minutos".