12 de febrero de 2010

EL MUSCULO SEXUAL

Foto by Ray Bueno


EL MUSCULO SEXUAL
By Dra. Sonia Blasco

``¿Músculo sexual?'', te preguntas entre curiosa y expectante.

Se llama ``músculo sexual'' porque sus fibras musculares se contraen
espontánea y automáticamente en el orgasmo acompañando las
sensaciones de intenso placer.

En realidad es un conjunto de músculos que abrazan uretra, vagina
y recto y cuyo nombre científico es músculos pélvicos.

Como cualquier otro músculo, los pélvicos necesitan ejercitarse para
mantenerse en forma. Y ésa es la propuesta del Dr. Kegel: ejercitar
voluntaria y frecuentemente esos mismos músculos que se contraen
espontáneamente durante el orgasmo.

El Dr. Kegel, ginecólogo que bautizó con su nombre esos ejercicios,
no pensaba en sexo pues iba tras otro objetivo: ejercitando los
músculos pélvicos se evitan la caída de los órganos abdominales
y la pérdida involuntaria de orina.

El suelo pélvico está formado por capas de músculos que corren
desde el hueso del pubis hasta el coxis y arman una base muscular
que soporta el peso de útero, vejiga e intestino. Pero esa base
muscular se debilita por embarazo, parto, menopausia o
envejecimiento (tanto, que la incontinencia postparto afecta al
30 por ciento de las mujeres, y las hemorroides, al 50 de
las embarazadas).

Además de su eficacia para mantener los órganos en su sitio, la gran
sorpresa fue que el ejercicio diario de los Kegel amplifica la respuesta
sexual y facilita el orgasmo. Al aumentar la circulación sanguínea
y la tonicidad de los músculos pélvicos, mejora la turgencia y tensión
vaginal, junto con el placer.

¿Cómo aprender los ejercicios Kegel? Primero, asegúrate de que
estás haciéndolo correctamente: sentada, con las piernas
confortablemente separadas, prueba detener la orina varias veces.
(Hazlo mientras estás orinando, sólo para identificarlos.)

Cuida de no involucrar otros músculos: abdominales, glúteos
ni muslos.

Si logras disminuir o detener la orina significa que has identificado
los músculos pélvicos. Ejercítalos en cualquier posición y ocasión.

Hay varias maneras de realizar los ejercicios Kegel, pero todos se
basan en contraer y relajar los músculos pélvicos en repetidas
ocasiones.

Contracciones lentas. Contráelos mientras cuentas hasta cinco
y relaja contando otra vez hasta cinco. Haz 10 repeticiones, tres
veces al día.

Cuando sientas que dominas el ejercicio puedes ir aumentando la
duración y el número de repeticiones --hasta 20 en la contracción
y la relajación-- tres veces al día.

Contracciones rápidas. Contrae y relaja rápidamente, empieza con
10 repeticiones y aumenta hasta llegar a las 50.

El ascensor. Contrae lentamente los músculos mientras imaginas
que un ascensor sube por tus genitales, deteniéndose en cada piso,
donde aumentas un poco la contracción hasta llegar al 4to. piso;
cuando bajas, relajándote un poco más en cada piso.

Luego de un tiempo de práctica haz la prueba: contrae y relaja mientras
percibes cómo los músculos genitales que rodean tu dedo están más
turgentes y tensos.

En internet existen varios accesorios para fortalecer los músculos
pélvicos. Consulta a tu médico para informarte.

Mi consejo es que adquieras el hábito de los Kegel y los realices
conjuntamente con alguna actividad diaria: mientras lees tus e-mails,
sales a caminar o cocinas, o en repetidos momentos del día.

Imperceptibles, puedes practicarlos delante de tu jefe, en el gimnasio,
en una cita amorosa. Propónselos a tu amante y compártanlos.
¡Feliz encuentro!

Un extra: tu compañero también puede ejercitar los Kegel para
optimizar su placer. •

(La Dra. Blasco es médico, psicoanalista y sexóloga, y autora de `
Camino al orgasmo' y `Menopausia, una etapa vital'.)

Ray Bueno
Santo Domingo, Rep. Dom.