26 de noviembre de 2010

A U T O M U T I L A R S E

Del dolor emocional al dolor corporal
PARA MUCHOS, AUTOMUTILARSE ES UNA SALIDA FÁCIL



Karla Hernández Lockward
Santo Domingo

Proteger la integridad física por encima de cualquier cosa es un dogma para la gran mayoría de las personas pero, ¿qué pasa cuando, para algunos, autoagredirse es la única forma que conocen para ‘escapar’ del dolor emocional? “Comencé a cortarme cuando tenía 14 años”, narra Anabel apenada. “Fue una etapa muy dura. Mis padres se habían separado, tenía un rendimiento pésimo en el colegio, mi novio me engañó, mis ‘amigos’ se alejaron de mí… nunca había sufrido tanto”.

“Una noche, mientras pelaba unas papas, miré el cuchillo y de forma casi inconsciente lo llevé hacia mi muñeca derecha y lo deslice rápidamente por ella. No lo hice para llamar la atención, lo hice porque no me sentía viva. Después de un tiempo, algunos de mis compañeros del colegio notaron las cicatrices y uno de ellos me preguntó que por qué no me mataba. Pero ellos no entienden, me corto porque quiero desviar mi dolor interno al dolor físico y así no pensar más en él. Es una carrera para ver quién dura más”, dice.

Una definición
Según explicó el psicólogo Rubén Aybar, la automutilación es un nombre general que se le da a un grupo de conductas que resultan en heridas, arañazos, quemaduras, arrancarse el pelo y hasta amputaciones.

Existen varias teorías que explican las causas de esta conducta. En el modelo biológico, la autolesión se asocia con cambios en los niveles de los diferentes neurotransmisores.

Aquí, la dopamina y serotonina, conocidas también como las hormonas del placer, inundan el cuerpo como una forma de aliviar la sensación de dolor.

En la teoría conductual, la automutilación tiene su explicación en la incapacidad que tienen estas personas para regular sus emociones fuertes o distraerse de un malestar emocional.

De acuerdo con el psicólogo, el detonante de esta conducta destructiva puede ser una experiencia traumática, una acumulación de dificultades emocionales, o la presencia de trastornos mentales tales como depresión, ansiedad, esquizofrenia, trastorno obsesivo-compulsivo, bipolar, entre otros.

“Y es más frecuente en las mujeres que en los hombres”, expresó el especialista.

La edad en la que comienza a aparecer es en la adolescencia y llega hasta los veinte y tantos.

“Algo que hay que tener bien en claro es que el que se automutila no busca suicidarse.

El shock psicológico que produce ver tu propia sangre correr, distrae al individuo de las emociones negativas. Es como una especie de escape”, recalcó.

De acuerdo con el experto, la dificultad de expresar las emociones de ira, culpabilidad,vergüenza, etc., unida a la falta de apoyo familiar, hace que las personas recurran a esta salida autodestructiva.

Cómo enfrentarlo
Para lidiar con esta conducta, Aybar recomienda acudir a un especialista ya que, por lo general, este trastorno no viene solo.

“Trastornos alimenticios, bipolar o depresión pueden ser las causas que lo originan”, señaló.

El tratamiento consiste primordialmente en encontrar formas saludables de expresar las emociones, ejercicios de relajación y, en el caso de que venga acompañado de algún trastorno mayor, medicación.

“Y hablar. Es necesario dar a entender a la persona que no está sola”, dice.

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CÓMO RECONOCER A UN AUTOMUTILADOR

La señal más fácil de reconocer es la aparición constante de heridas que no tienen una explicación lógica.

El bajo estado de ánimo, llorar frecuentemente, la falta de interés, constante fatiga y cambios en la alimentación son algunas de las alteraciones que sufre este individuo.

El uso de ropas inapropiadas (una camisa manga larga en la playa o los brazos llenos de pulseras) con el fin de cubrir las heridas, es otra señal.

Ray Bueno

Santo Domingo, Rep. Dom.

"Si permites que hieran tus sentimientos, estarás erradicando la
parte más sublime del ser humano y el resultado sería una persona
insensible."
Autor: Ray Bueno


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