PALO SI VOGA Y PALO SINO VOGA
(Coopracion especial de Jane)
“Un grupo de amigas se habían reunido para compartir un café.
Mujeres jóvenes y bonitas, empezando su matrimonio, aparentemente sin ningún problema, con una vida feliz por delante. Pero sin embargo, me llamo la atención que sus caras y actitudes, no reflejaban felicidad,
a pesar de que compartían animadamente. Me puse a escucharlas mientras esperaba
a mi hija.
Una de las mujeres se quejaba, porque su marido siempre estaba
en casa y su malestar consistía en que nunca podía estar sola. Decía: siempre está ahí, duermo y me despierto con él, trabajamos juntos
todo el día, almuerzo y ceno con él, ya no lo aguanto más, necesito mi espacio, comentaba con desesperación. Otra de las asistentes a la reunión, de larga cabellera, se quejaba en cambio de que su pareja viajaba mucho y se sentía la mayor parte del tiempo sola y
abandonada, envidiaba a las amigas que tenían un esposo
disponible para ayudarlas y acompañarlas, en cambio
ella tenía que resolver todo por sí misma, abandonada a su suerte.
Otra contaba, que su marido siempre estaba pendiente de ella, la llamaba constantemente, preguntándole como se sentía, si estaba
bien, si necesitaba algo. Es inhumano este acoso, este hombre me persigue, no me deja tranquila a ninguna hora, me lleva, y me recoge todo el tiempo… me siento agobiada. Otra se quejaba de que su trabajo era monótono, agotador y que no tenía tiempo para nada, trabajo
desde muy temprano, decía, y aunque me pagan bien, esto no es vida.
Ese grupo de amigas, más bien parecían una manifestación de
mártires, cuyo único afán consistía en compartir sus insatisfacciones, parecía una competencia de quien sufría más. Por supuesto, cada
una de ellas pensaba que se merecía el galardón del primer lugar
en sufrimiento, pues ninguna de las presentes la podían superar.”
Lamentablemente, no se habían dado cuenta, que en vez de
problemas tenían bendiciones, pues la que se quejaba de la
presencia de su marido, tenía a una persona que siempre la acompañaba; la que se lamentaba por las ausencias de su pareja,
debería agradecer tener tiempo disponible para ella y sus cosas;
la otra en vez de sentirse agobiada por su pareja, debía saber
que es bueno tener alguien que esté pendiente de uno, y qué
decir de la que se quejaba de su trabajo… su regalo era tenerlo .
Concluí que toda bendición no aceptada se convierte en una
maldición.
Que lo normal es tropezarse con personas que optan por la
infelicidad, y hacen de su vida una tragedia, pues han perdido la dimensión positiva de sus circunstancias, convirtiéndose en
inconformes y negativas, disfrutando de la
satisfacción que les produce recibir la compasión de los demás.
Este es un juego mortal, pues nos puede hacer perder el recurso más valioso y no renovable, que
es una vida feliz, plena y satisfactoria. ¡Aprende a tener una
perspectiva mas positiva de tu vida!!
Ray Bueno
""La humildad consiste en no hacer alarde de
todos tus dones ni virtudes, sino dejar que
los demás los descubran"
Autor: Ray Bueno
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